El pintor de vida salvaje Nathan Miller se inspira para su arte en los años que pasó en Costa Rica.
Se desarrolló como artista en el pequeño pueblo de Nosara donde, rodeado de selva e inmerso en la naturaleza, se despertó su creatividad y comenzó el deseo de retratar la vida salvaje en su obra.
Los encargos de pintura de vida salvaje y de retratos lo llevaron a exhibir su arte en la Galería Hidden Garden en Liberia, Costa Rica. En La leyenda del chamán jaguar, se celebra al jaguar, un animal venerado en las tradiciones latinoamericanas.
Miller incorpora varios otros motivos icónicos de las civilizaciones precolombinas en su arte, rindiendo homenaje a la belleza natural y ricas tradiciones de Costa Rica.